Alimentación complementaria Es un proceso que suele comenzar seis meses después del nacimiento del bebé y que consiste en la introducción gradual de alimentos sólidos distintos de la lactancia materna en la dieta del recién nacido.
El objetivo no es sustituir la leche materna –fórmula si es tu caso–, que seguirá siendo la base de la alimentación de tu bebé pero para cubrir todas las necesidades nutricionales que empezará a tener y para las que, a partir de cierto momento, la lactancia materna no será suficiente.
¿Debe comenzar la alimentación complementaria después de los seis meses?
El desarrollo psicomotor Cada ser humano es un mundo. Los seis meses es la edad más común, pero es posible que tu bebé esté preparado para manipular y tragar alimentos de forma segura hacia el quinto o séptimo mes. Esto es algo completamente normal que no debe preocuparte.
Nuestro consejo es que dejes que tu pediatra guiarle, ya que se asegurará de establecer las pautas de alimentación adecuadas para su bebé.
Alimentación complementaria a partir de los 6 meses
Frutas y vegetales
Este grupo de alimentos debe introducirse progresivamente en una dieta lo más amplia posible. gama de variantes Es necesario acostumbrar al bebé a los distintos sabores desde el principio, de esta forma la dieta será más equilibrada o al menos los niños estarán menos inclinados a rechazar la comida.
Las únicas cosas que evitar son jugos que no ofrecen ningún beneficio nutricional sobre la fruta entera y algunas verduras como espinacas, acelgas, ajo, remolacha o col.
Alimentos ricos en proteínas
La alimentación complementaria de tu bebé a partir de los 6 meses debe incluir una ración diaria de proteínas:carne, pescado, marisco, huevos o verduras.
Es recomendable evitar comer pez azul grande como el atún, el pez espada o el tiburón por la posibilidad de que contengan un alto nivel de mercurio; además, introducen una buena dosis de alimentos ricos en hierro como lentejas, yemas de huevo o guisantes.
Cereales
Cereales Puede empezar a formar parte de la dieta del lactante de formas muy variadas como el arroz, el pan, la pasta, la avena, las patatas o los boniatos, por ejemplo.
Es recomendable optar por harinas integrales tanto como Es posible y se deben evitar –si se consumen cereales en polvo– aquellos que contengan miel o azúcar.
Lácteos
En cuanto a los lácteos, El consejo de los expertos es que durante este período de la vida del bebé, debe seguir siendo su alimento principal, por lo que se recomienda mantenerlo en demanda por parte del recién nacido sin reducir el número de tomas respecto a los meses anteriores.
La textura de la comida
El AEP de CFP. aumentando progresivamente la consistencia de alimentos desde el momento en que se inicia la alimentación complementaria.
Idealmente, Las texturas grumosas y semisólidas deben Conviértase en parte de la dieta de su bebé lo antes posible, nunca después del octavo o noveno mes.
El objetivo es que a los doce meses, el bebé pueda tener cualquier tipo de comida Al igual que el resto de la familia, teniendo especial cuidado con aquellos que puedan provocar asfixia.