La importancia del hierro en los niños está fuera de toda duda. Se trata de un nutriente indispensable para cualquier ser humano cuyo déficit puede provocar problemas en el crecimiento.

En este artículo te vamos a explicar por qué es tan importante, qué cantidad diaria se necesita a cada edad.

¿Por qué es importante el hierro en los niños?

El hierro tiene un papel fundamental en nuestro organismo. Participa en el traslado del oxígeno por todo el cuerpo y también es clave a la hora de almacenarlo en los músculos.

La deficiencia de hierro, anemia en sus casos más graves, que puede afectar a su desarrollo normal.

¿Qué cantidad de hierro necesitan los niños?

La cantidad diaria de hierro que necesita un bebé puede variar considerablemente en función de su edad. A continuación puedes ver una pequeña tabla con las cantidades recomendadas:

• Entre 7 y 12 meses de edad: 11 mg.
• Entre 1 y 3 años: 7 mg.
• Entre 4 y 8 años: 10 mg.
• Entre 9 y 13 años: 8 mg.
• Entre 14 y 18 años: 11 mg para los niños y 15 mg para las niñas.

La diferencia entre niños y niñas en la última etapa se debe a la menstruación, que produce una pérdida de hierro a través de la sangre. Este déficit, que debe ser compensado, se prolongará por lo tanto durante toda la edad fértil de la mujer.

Para que te hagas una idea, las almejas y los berberechos contienen unos 24 mg de hierro por cada 100 gramos, el hígado alcanza los 8 mg por 100 gramos, 4 mg en cada 100 gramos de pistachos o 3,3 mg en 100 gramos de lentejas hervidas.

¿Los bebés pueden sufrir deficiencia de hierro?

La respuesta es sí, los bebés pueden sufrir déficit de hierro. Algunos grupos que están en especial riesgo de ello son:

• Los bebés prematuros.
• Los bebés que consumen leche de vaca o de cabra antes de los 12 meses como única fuente de leche.
• Los niños con dietas restringidas por cualquier motivo.
• Los niños que sufren obesidad o sobrepeso.

Cómo prevenir el déficit de hierro

La principal arma de la que disponemos para prevenir la falta de hierro durante la lactancia y la primera infancia es una dieta equilibrada en función de las circunstancias.

Si bien en la mayoría de las ocasiones la lactancia materna es capaz de cubrir todas las necesidades nutricionales del bebé. Sigue al pie de la letra las indicaciones de tu médico, preparado para descifrar las necesidades concretas de tu pequeño.