Estimulación Temprana: El Impulso Fundamental para el Desarrollo de tu Bebé

La llegada de un bebé al hogar trae consigo una vorágine de emociones y responsabilidades. Entre pañales, biberones y noches sin dormir, los padres también se encuentran con la importante tarea de estimular el desarrollo de su pequeño, ya que desde que el bebé nace y empieza a tener contacto con lo que le rodea: todo lo que escucha, toca, huele, observa… va conformando su personalidad. ¡Es importante tener en cuenta que aquello que aprenden en los primeros años de vida será aquello que conserven cuando sean adultos! Es por eso, que la estimulación temprana se ha convertido en un pilar fundamental para el correcto y sano desarrollo cognitivo, emocional y físico de los bebés y niños.

¿Qué es la Estimulación Temprana?

La estimulación temprana se refiere al conjunto de actividades, juegos y experiencias diseñadas para activar en los recién nacidos una serie de funciones cerebrales que permitan potencias sus habilidades psicomotoras y mejorar su desarrollo. Estos ejercicios se pueden comenzar a aplicar a partir de los 45 días de vida del bebé. Cuanto antes se empiece, más receptivo y sensible será.

Beneficios de la Estimulación Temprana

Los beneficios de la estimulación temprana son numerosos y perduran a lo largo de toda la vida del niño. Algunos de los beneficios más destacados incluyen:

  • Aumento de la capacidad de memoria, concentración y creatividad.
  • Desarrollo de habilidades psicomotoras y de la curiosidad. Lo que le permitirá interpretar contextos, reacciones y elaborar respuestas.
  • Desarrollo del lenguaje, la interacción temprana con los padres y cuidadores, así como la exposición a estímulos auditivos, son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y la comunicación, ayudará a que retengan palabras nuevas y enriquezcan su vocabulario.
  • Refuerza el vínculo afectivo, no solo entre padres e hijos se crea un ambiente seguro sino que también se trabaja la empatía la convivencia y la adaptación al entorno. Así como la autoestima, la concepción de uno mismo y la toma autónoma de decisiones.

Ejercicios de estimulación temprana que puedes explorar según la edad de tu bebé.

Para recién nacidos

  • Puedes probar a hacer masajes en los dedos, manos y pies de tu bebé.
  • Puedes probar a tumbarlo boca arriba y poner en contacto diferentes partes de su cuerpo: como las rodillas con su pecho o la mano derecha con su hombro contrario.

Para bebés de 3 a 6 meses

A partir de los 4 meses se pueden empezar a introducir ejercicios boca abajo.

  • Puedes coger sus manitas y enseñarle a juntarlas y dar palmadas. La mejor forma de aprender es por repetición, así que hazlo tú primero y anímale a que haga lo mismo.
  • También puedes hacer el movimiento de la bicicleta con sus piernas.
  • Puedes colocar algún juguete casi a su alcance para que se estire para cogerlo.
  • Puedes utilizar mantas interactivas con diferentes texturas.
  • Puedes probar a ponerlo delante de un espejo y ver sus reacciones, estimularás la auto-identificación.

Para bebés de 6 a 11 meses

Esta es una etapa en la que el bebé suele comenzar a desarrollar su lenguaje, intentará comunicarse.

  • Puedes ayudarle enseñándole a llamar a los animales, los nombres de la familia…
  • Puedes hacer juegos con sonidos, enseñarle canciones, libros interactivos.
  • También puedes ofrecerle objetos grandes como papel o botes para que los estudie y experimente diferentes texturas.
  • Puedes cubrirlo con una tela para que te busque.
  • Puedes preguntarle, hablar con distintas entonaciones, susurrarle al oído, tocar instrumentos.

Para bebés de 12 meses en adelante

Este es un momento muy dinámico y divertido, ya que el bebé empieza a ganar autonomía y es capaz de realizar ejercicios más interactivos.

  • Puedes contarle cuentos, pedirle que señale objetos
  • Puedes ponerle obstáculos cuando esté gateando.
  • Puedes darle pelotas para que las lance, enseñarle las reglas de un juego.
  • Leer cuentos
  • Animarlo a que empuje un carrito
  • Incluirlo en las conversaciones de la familia.
  • Dejarlo que haga cosas solo como enjabonarse, vestirse.
  • Enseñarle palabras bonitas gestos cariñosos.

 

No olvides que es importante que la estimulación temprana se entienda como un juego, que no se fuerce en ningún momento, sino que sea algo orgánico que aporte experiencias enriquecedoras para el bebé sin sobresaturarlo con estímulos. Lo ideal es dejar que el niño explore a su ritmo, cada bebé tiene su propio desarrollo, es normal que unos niños aprendan a hablar o a gatear más tarde que otros, no hay nada de malo en ello. Los padres han de reforzarle los ejercicios siempre desde la forma más saludable y eficiente de aprendizaje: el cariño, la comprensión y el amor.

Equipo de Ciconea

 

 

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